Esta entrada la escribo a motivo del final de temporada de "Mujeres que habitan en mi” una perfo de teatro-danza dirigida por Guillermo Castrillón que estuvo hasta hoy en la AF de Miraflores, donde tuve la oportunidad de trabajar junto a la producción de Vodevil con mi estimada Carolina a la cabeza.
Mujeres, un universo extraño pero no ajeno a mi persona. Obviamente he vivido con mujeres a lo largo de toda mi vida, madres (tanto propia como ajenas), tías, sobrinas, amigas, novias, y hasta hermanas. Las mujeres son criaturas bastante curiosas e impredecibles, muchas veces siderales e infinitas, otras banales o rígidas como estatuas y otras tan ardientes que derriten todo a su alrededor.
Debo de confesar que al inicio de todo esto estaba un poco perdido, en realidad es la primera vez que participo y tan de cerca en un montaje de danza, los códigos son totalmente diferentes, pero ha sido un proceso bastante enriquecedor. Casi al final de la temporada pude captar y entender cual es el mensaje que mi cerebro procesaba de la obra, y dije – ¡Mierda! esto era… – y me refería a que gracias a Jimena, Lita y Mónica pude conocer más de las mujeres, conocer ese lado que la mayoría de hombres no conocen y q es probable nunca lo hagan, esbozar en mi cabeza tal vez aquellos miedos, pensamientos escondidos, o esos temas que suelen hablar las chicas cuando están solas. Es como conocer el lado oscuro de la Luna.
Muchos movimientos, una danza intensa, la energía está por todos lados y ellas son ellas mismas, representando imágenes, experiencias, sueños, pasado, presente y futuro. Entre princesas, brujas, clavos, torta, sangre y un ajustado pantalón nos hicieron llegar parte de ese inmenso mundo que cada una encierra. Arrancaron risas, algunas lágrimas, produjeron emoción, y mucha gente se sintió identificada con la obra; con ellas. Me parece muy genial saber eso, que tocaste a la gente e la hiciste estremecer, es como saber que una parte de tu objetivo sobre el escenario está cumplido. La otra parte es descubrirse más uno mismo, cosa que creo yo las chicas pudieron hacer a lo largo de todo el proceso creativo.
Ellas hicieron crecer ese concepto que tengo con respecto a la mujer, tema el cual suele ser bastante interesante para mí. Las tengo presente en libros, notas, relatos, siempre fuertes, siempre avanzando, tratando de luchar por sus ideales. Pero faltaba ese toque de intimidad, de lo que sucede con una mujer tras las paredes de su propia intimidad, ahora, luego de esta aventura he logrado descubrir algo más y lo valoro en demasía.
Les agradezco a ellas, a Guillermo, Shirley, a la gente de Vodevil (Caro I love u! XD) por haberme dejado estar aquí, todos nos sacamos la mierda y aprendimos mucho a lo largo de este danzante camino, todo sirvió de mucho, lo que quedará marcado en mi bitácora personal. Y termino este post con una frase que cerraba la obra.
Las mujeres no acaban; empiezan.
Adieu~
PD: Y no dejemos que nuestros príncipes se enamoren de las brujas.